Felipe Pigna, Mugica y Mujica

Gente amiga de la República Argentina me ha hecho llegar una excelente revista cultural: asterisco (así, con minúscula), que aparece como suplemento de un diario de ese país, BAE.
El número 9, que tiene como fecha mayo de 2007, trae unas cuantas notas con temas interesantes, como críticas de libros y un muy buen reportaje al músico de ese país Juan Carlos Baglietto.
Además hay una muy buena nota en homenaje a un nuevo aniversario de la muerte de un sacerdote ejemplar y luchador por los pobres, Carlos Mugica, quien fuera asesinado cobardemente el 11 de mayo de 1974 por la organización terrorista Triple A.
La nota, de dos páginas, fue efectuada por el habitualmente muy bien documentado historiador Felipe Pigna, quien es conocido por su participación en programas televisivos y radiales difundiendo sus conocimientos.
Todo es positivo salvo un detalle: en el título y en el texto Pigna se refiere al sacerdote como "Carlos Mujica", con j en lugar de g en su apellido.
Pero no nos preocupemos por ese detalle. Quizás se haya confundido al escribir con el apellido de otro sacerdote argentino, escritor y filósofo contemporáneo, Hugo Mujica, lo cual es excusable. Peor sería que la confusión se hubiese producido con el ex actor y luego sacerdote franciscano, nacido en México y ya fallecido, José Mojica.


Alberto Auné

Una amable, divertida e instructiva cacería

La vida actual es acelerada, llevando a que no reflexionemos a menudo antes de hablar o escribir, y así cometemos errores que después lamentamos.
Esto se refleja de manera especial en los medios de difusión, dado su carácter masivo. Un poco de desconocimiento, la tendencia en algunos periodistas de hablar de todo sin base suficiente, el apresuramiento por llegar primero con la noticia y alguna improvisación adicional, entre otros motivos, llevan a la proliferación de gazapos.
El gazapo es según el Diccionario de la Real Academia Española un conejo joven, con otra acepción: el error al hablar o al escribir, que se aplica a los que cometen periodistas, escritores y demás comunicadores sociales.
Vamos, entonces, a cazar gazapos.
En este espacio se irán publicando algunos que sean detectados, no sólo por quien hace este blog, sino por todos aquellos que quieran aportar sus datos.
Si encuentras algún gazapo, envíalo a este blog y lo publicaremos, con tu nombre y apellido.
Valen como gazapos los errores detectados en medios de difusión, libros y otras formas de comunicación.
Comencemos entonces, este deporte. Gazapos... ¡A por ellos!
Alberto Auné